27 consejos para redactar artículos académicos sin perder el sueño

Tabla de contenido

¿Estás teniendo problemas para redactar artículos académicos?

Debes admitir que no es tarea fácil.

Lo peor es que al terminar y después de tanto esfuerzo, no tienes la certeza de que tus documentos cumplen con las normas y estándares requeridos.

Cómo redactar artículos académicos

Si tu cabeza es un lío cuando escribes un texto de este tipo, o te cuesta mucho trabajo estructurarlo y enlazar las ideas correctamente, tienes que leer este post.

Aquí reúno las recomendaciones básicas que debes seguir para redactar artículos académicos correctamente.

La escritura formal, ante todo, debe ser CLARA

En general, es inapropiado escribir como hablamos.

En la conversación, el oyente puede solicitar una aclaración con facilidad, por lo que el hablante puede usar un lenguaje impreciso o ir de tema en tema sin tanto problema.

La escritura formal debe, en cambio, sostenerse por sí misma, transmitiendo la tesis del autor claramente.

Como resultado, la escritura formal requiere un esfuerzo considerable para construir oraciones significativas, párrafos y argumentos relevantes.

El tiempo y el esfuerzo del autor dedicado a la escritura serán recompensados con el tiempo y el esfuerzo ahorrado por los lectores.

La tesis debe ser obvia

Un ensayo, artículo o informe debe tener un tema principal que sea claramente evidente en la introducción y la conclusión.

Aunque esta sea una conjunción o un contraste entre dos elementos, debe poder expresarse como un punto único y coherente. Y la idea principal, generalmente, debe concluir el párrafo introductorio.

El lector no debe tener ninguna duda sobre cuál es tu tesis. Cada vez que pienses que no es absolutamente obvia, recuérdasela al lector nuevamente.

Introduce, amplía/justifica y concluye

Los párrafos, las subsecciones, las secciones y los capítulos utilizan la misma estructura. Primero, se aclara el tema. Luego, se amplía. Y finalmente, se resume, vinculando todo de nuevo a la idea central.

En cada apartado, anticipa al lector lo que presentarás. Después, cubre todo el material relevante, relacionándolo claramente con el punto establecido.

Por último, une los temas secundarios para que, al sumarse, establezcan la idea que anticipaste.

Enfoca tu argumentación en el tema central

Todo en tu documento debe estar relacionado claramente con tu tesis principal.

No hay necesidad de mostrar elementos que no aporten nada relevante a la comprobación que realizas. Únicamente menciona la información estrictamente necesaria que apoya o sustenta la idea central.

Ajustarte a tu tesis no significa ser unilateral

Para evitar ser engañoso, tendrás que reconocer algunas debilidades en tu argumento o discutir algunos méritos de un argumento opuesto.

Es bastante apropiado discutir tales puntos de vista contrarios cuando son relevantes, es decir, cuando se relacionan directamente con el tema principal de tu trabajo.

Por ejemplo, si citas un documento y argumentas que no se escribió bien en general, es una buena idea señalar las pocas cosas que se hicieron bien para que el lector no tenga la impresión de que solo quieres quejarte.

A menudo, estas observaciones opuestas encajan bien justo después de la introducción, proporcionando un trasfondo para el resto de los argumentos que siguen.

Siempre que incluyas un material así, trata de ubicarlo en lugares bien definidos, reorganizando tu argumento cuando sea necesario. Saltar hacia adelante y hacia atrás confundirá al lector innecesariamente.

En todos los casos, trata de expresar tu tesis de la manera más honesta posible: no exageres ni pretendas que no existen otros puntos de vista válidos.

Las transiciones son difíciles, pero muy importantes

Cada oración en tu documento debe seguir sin problemas la oración anterior, y cada párrafo debe estar enlazado al anterior.

Cualquier cosa que esperas que el lector lea de principio a fin necesita ser una progresión lineal a lo largo de un solo camino.

Las palabras y frases de transición son las que hacen posible que un lector siga fácilmente en tu trabajo a medida que explora las diversas ideas.

Sin buenas transiciones, el lector terminará haciendo retrocesos repetidamente, lo que a menudo hará que pierda el foco o que deseche por completo tu escrito.

Si puedes cortar y pegar párrafos de una sección a otra sin hacer una reescritura sustancial de los párrafos, tu escritura necesita mejores transiciones.

Que tales reordenamientos sean fáciles implica que no has estado vinculando tus párrafos de forma coherente.

Una regla práctica es que cada vez que cambies de tema, intenta proporcionar una pista verbal de que lo estás haciendo, utilizando transiciones como «Sin embargo», «Como resultado», «Para comparar», etc.

Si notas que debes agregarlas entre la mayoría de las oraciones, reorganiza tu documento para agrupar las ideas relacionadas, cambiando de tema solo cuando sea necesario.

Una vez que la organización sea buena, lee y vuelve a leer lo que escribes, reformulándolo hasta que cada elemento nuevo se desprenda fácilmente de los anteriores.

Escribe literalmente lo que quieres decir

Los oradores usan muchas frases coloquiales en una conversación informal, generalmente, con la intención de transmitir significados distintos de lo que las palabras indican literalmente.

Por ejemplo, a menudo hablamos informalmente de «ir más allá», «al final del día», «hechos concretos», las cosas son «claras como el cristal» o «bastante» convincentes, algo que «realmente» es el caso, etc.

Evita escribir de manera tan imprecisa en la prosa formal: siempre que sea posible, que tus palabras signifiquen exactamente lo que dicen.

Entre otros beneficios, evitar ese lenguaje informal asegurará que la interpretación sea obvia, incluso para aquellos que no han aprendido los modismos actualmente populares.

La escritura formal debe ser clara para el mayor número posible de personas, y su significado no debe depender de las variaciones locales o regionales del español.

Es un registro permanente y público de tus ideas, y busca ser comprendido sin dar pie a la confusión.

Evita la redundancia

Cuando cinco palabras son suficientes para expresar la idea, no hay necesidad de usar veinte.

Siempre que termines una oración o párrafo, léelo para ver si puedes eliminar palabras u oraciones.

En la comunidad académica, escribir de manera concisa es mucho más importante que llenar una página con texto.

Los cursos académicos especifican cantidad mínima de páginas para asegurar la escritura de ensayos con la profundidad adecuada, no para probar si puedes decir lo mismo una docena de formas diferentes solo para llenar el espacio.

Así que, evita enredar y aburrir al lector con redundancias innecesarias. Ello permitirá que tu audiencia disfrute la lectura.

Escritura formal para documentos académicos

Sé profesional y diplomático

Al escribir sobre el trabajo de otra persona, escribe siempre como si esta pudiera leer tu documento.

Por lo tanto, es crucial evitar términos peyorativos, insultantes y ofensivos como «intento de», «pérdida de tiempo», «sin sentido», etc.

Si algunos de los ensayos que he visto fueran leídos en voz alta por el autor en discusión, probablemente se produciría una pelea a puñetazos.

En cualquier caso, tus puntos serán mucho más convincentes si puedes estar en desacuerdo profesional y diplomáticamente, sin atacar al autor o implicar que es un imbécil.

Finalmente, nadie publicará tu trabajo si es solo una diatriba y no un argumento serio y razonado.

Para evitar este tipo de problemas, podría ser bueno pretender que tú eres tal autor y volver a leer tu ensayo a través de sus ojos.

Debería ser sencillo determinar qué partes te pondrían a la defensiva o enojado, y luego podrás reformularlas.

Organiza tu documento

Un documento formal debe estructurarse en todos los niveles, independientemente de que la estructura se haga explícita utilizando etiquetas de sección u otras pistas visibles.

El formato estándar para un ensayo o artículo efectivo es:

(1) presentar una tesis coherente en la introducción,

(2) esforzarse al máximo para convencer al lector de la tesis en el cuerpo del documento, y

(3) reformular la tesis en la conclusión para que el lector permanezca completamente seguro de cuál es, y para que pueda decidir si está convencido o no.

Usar cualquier otro formato para un artículo académico es casi invariablemente una mala idea.

La introducción y las conclusiones no siempre deben etiquetarse como tales, pero deben estar allí.

Ten en cuenta que un resumen no es un sustituto de una introducción. Los resúmenes actúan como una versión en miniatura independiente del artículo.

Cada párrafo es un subtema relevante

Cada párrafo de un documento debe desarrollar la idea central, claramente evidente al principio del párrafo.

Asimismo, debe tener una relación clara con el tema principal del documento. Si no, elimina el párrafo o revisa el tema principal.

Usa oraciones completas

Excepto en circunstancias extraordinarias, las oraciones deben estar completas. Es decir, deben tener un sujeto y un verbo, de modo que expresen la totalidad de un pensamiento.

Por ejemplo, «La luz que se vuelve verde» es solo una frase, un fragmento de la oración. Para ser una oración completa, tendría que ser «La luz se volvió verde», con sujeto y verbo.

Como seguramente has notado, esta regla no es válida en todos los escritos. Por ejemplo, en este artículo y demás publicaciones online, se puede jugar con la longitud de las frases casi sin reglas.

En internet y en algunos otros campos, como en la poesía, las normas del juego son distintas.

Usa la puntuación apropiada entre oraciones

Dos oraciones completas pueden dividirse con un punto, un signo de interrogación o un signo de exclamación. Pueden estar débilmente conectadas como cláusulas con un punto y coma, pero no con coma.

Para ver si tu escritura tiene este problema, analiza las comas que has puesto. Si pudieras reemplazar alguna por un punto, dejando dos oraciones completas y significativas, entonces esa coma está mal usada.

En su lugar, usa punto y coma, en caso de que tengas dos oraciones que deban vincularse de alguna manera genérica. Haz que el vínculo sea explícito con una conjunción, o simplemente usa un punto para dejar dos oraciones completas e independientes.

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Añade encabezados a las secciones

Los títulos de las secciones de un artículo deben decir exacta y sucintamente lo que el lector obtendrá de esa sección.

En la mayoría de los documentos relativamente cortos, es mejor utilizar un conjunto estándar de títulos de sección para que las personas puedan escanear rápidamente el documento.

Los estándares de sección varían en diferentes campos, pero un conjunto común es:

  • Introducción
  • Antecedentes
  • Métodos (para un trabajo experimental) o Arquitectura (para un trabajo de modelado)
  • Discusión
  • Trabajo futuro (a menudo combinado con Discusión)
  • Conclusión

Si no usas los títulos estándar o si has etiquetado subsecciones de nivel inferior, debes ser bastante explícito sobre lo que trata esa sección.

Dichas etiquetas deben tener sentido para alguien que aún no ha leído tales apartados, y dejar en claro por qué deberían leerlos.

Por ejemplo, una sección sobre agregar un segundo ojo a una simulación de visión de ojo único podría llamarse con certeza «Ojos múltiples», pero ese título no tiene sentido para alguien que escanea el documento.

En cambio, debería ser algo así como «Extender el modelo para explicar la visión estereoscópica», cuyo significado quedará claro para el tipo de persona que probablemente leerá el documento.

Incluye lo más importante en la introducción y conclusión

Cualquiera que mire tu trabajo, al menos, leerá la introducción y la conclusión. Y aquellos que lo lean en profundidad, recordarán mejor esas dos secciones.

Así que asegúrate de que los puntos más importantes sean bastante prominentes e imprescindibles en esas secciones.

Pies de figura con todo incluido

Existen expectativas distintas sobre lo que deben contener las leyendas debajo de las figuras.

En algunas revistas, como Science, estas notas son tan largas, que deben leerse independientemente del artículo principal. De esta forma, los lectores pueden mirar figuras interesantes antes de decidir si leen todo el artículo.

En tales casos, debes asegurarte de que todos los puntos principales de la figura también se mencionan en el texto del artículo, de modo que no hagan falta a quien lo lea directamente.

Otras revistas y publicaciones tienden a escribir muy poco en el pie de foto, y las cifras son comprensibles solo cuando se lee el texto principal.

Incluso en tales casos, es preferible poner todos los detalles gráficos como «la línea punteada representa» en una nota, más el suficiente contexto para que la interpretación de la figura sea clara.

Evita referencias ambiguas

La conversación está repleta de palabras ambiguas que no tienen ningún significado en sí mismas, pero suelen ser claras por el contexto.

En la escritura, sin embargo, el significado intencionado no es evidente para el lector porque ciertos términos pueden tener varias interpretaciones.

Es una buena idea leer todo lo que escribes, buscando este tipo de palabras, principalmente pronombres.

Para cada instancia, primero pregúntate: «¿A qué elemento específico se refiere este término?».

Para que tal referencia tenga sentido, el objeto, la persona o el concepto deben haberse mencionado explícitamente justo antes de la referencia.

A menudo, encontrarás que algunos pronombres se refieren a algo vago que ni siquiera fue discutido explícitamente en el documento, en cuyo caso, exige volver a redactar el texto por completo.

Incluso si el artículo al que te refieres se menciona explícitamente en tu escrito, pregúntate si existe la posibilidad de que el lector no sepa a cuál de los diversos artículos podrías estar refiriéndote.

Por ejemplo, para la palabra «él», cuando nombraste más de una persona, indica el nombre real de cada uno para evitar ambigüedades.

En el caso de los demostrativos «este» o «estos», puedes hacerlo agregando el sustantivo referido. Por ejemplo, «este argumento» o «este documento».

«Pero» y «sin embargo» no son intercambiables

Las palabras «pero» y «sin embargo» tienen significados similares, pero no son intercambiables.

Si tomas una oración gramaticalmente correcta que contenga «pero» y la reemplazas por «sin embargo», o viceversa, el resultado casi siempre será incorrecto, principalmente debido a la puntuación.

Ejemplos correctos:

«Me gustan las naranjas, pero no me gustan las mandarinas».

«Me gustan las naranjas. Sin embargo, no me gustan las mandarinas».

«Me gustan las naranjas; sin embargo, no me gustan las mandarinas».

Si intercambias cualquiera de estos «pero» y «sin embargo», entonces las oraciones se volverán incorrectas por el uso de la coma.

Sé muy preciso cuando hables de un autor que refiere a otro

Para bien o para mal, la escritura académica a menudo se convierte en discusiones en torno a lo que un autor dijo sobre otro.

Si comentas sobre tales controversias, debes tener mucho cuidado con el uso de términos ambiguos como «su», «el autor», etc.

Algunas veces, el lector no tendrá idea del autor al que te refieres, aunque pueda ser claro para ti. En un caso en el que no sea muy claro, menciona mejor sus apellidos.

Redacción de textos académicos

Evita notas a pie de página

Las notas al pie deben usarse con moderación y nunca como una forma de evitar el arduo trabajo de hacer que el texto fluya en una narración coherente.

Solo cuando algo no encaje en el flujo principal del texto y sea tan importante que deba mencionarse, pasará a formar parte de una nota al pie.

Disminuye las citas textuales

En la escritura científica (en contraste con la literaria o histórica), las citas directas deben usarse solo cuando la redacción precisa de las oraciones originales.

Por ejemplo, en el caso de que el trabajo sea tan innovador que las palabras mismas han impulsado la investigación en este campo.

En casi todos los demás casos, la paráfrasis es más apropiada, porque te permite formular la idea en los términos adecuados para tu trabajo en particular, centrándote en el problema subyacente y no en la forma en que lo expresó un autor.

Discutiendo el trabajo existente

Siempre que menciones una investigación existente, ya sea la tuya o la de otra persona, hay una forma estándar de hacerlo correctamente.

Primero enuncia lo que mostró la investigación. Luego, presenta cuáles son sus limitaciones. Y finalmente, explica cómo tu propio trabajo va a superar esas limitaciones.

Es decir, haz saber lo que se ha hecho, lo que no y las aportaciones nuevas que harás tú.

Si estás haciendo una revisión bibliográfica en lugar de un trabajo de investigación original, simplemente describe lo que crees que debe hacerse, en lugar de lo que planeas hacer.

A menos que quieras hacerte un enemigo, siempre debes mencionar algo positivo sobre el trabajo existente antes de explorar las limitaciones, asumiendo que la persona que estás discutiendo leerá lo que escribiste.

Por supuesto, a veces hay una buena razón para crear un enemigo, como llamar la atención hacia ti mismo atacando a alguien famoso, pero debes asegurarte de elegir a tus enemigos sabiamente.

Enuncia las preguntas que responderás

En una propuesta de investigación, es inaceptable anunciar que estás planeando solo «estudiar el tema X».

En el contexto de la investigación, estudiar es una tarea vaga e ilimitada, sin un criterio de éxito y sin una forma de saber si estás cumpliendo un objetivo específico.

Para llevar a cabo una investigación, necesitas deletrear las preguntas específicas que vas a intentar responder, los fenómenos específicos que necesitan explicaciones, etc.

Depende de ti definir la pregunta y los métodos, y hasta que lo hayas hecho, no es investigación, sino una mera especulación ociosa.

Discusión / trabajo futuro

En este apartado, asegúrate de analizar todos los temas que la audiencia espera ver en el documento, incluso si no crees que sean relevantes.

Es más probable que el lector suponga que has sido descuidado con tu revisión bibliográfica que asumir que sabías sobre el trabajo, pero que creías que no era relevante.

Las restricciones en el número de páginas pueden ser útiles aquí: proporcionan una buena excusa para omitir los temas que no consideras relevantes.

En un artículo más largo o una tesis sin límites de página, no tienes más remedio que abordar el problema y declarar explícitamente por qué no es relevante, pese a la creencia común de que sí lo es.

Sé meticuloso con la lista de referencias 

Los estudiantes a menudo parecen pensar que las bibliografías responden a reglas demasiado complejas para comprenderlas o recordarlas.

Aunque existe una gran variedad de formatos bibliográficos diferentes, los principios subyacentes en realidad no son complicados.

En pocas palabras, todas las listas de referencias deben tener un estándar de información mínimo para cumplir con su función de permitir a las personas ubicar el material citado.

Lo importante es que compruebes que todos los datos marcados por la guía de estilo que sigas estén incluidos y que cumplan el formato requerido.

APA, por ejemplo, en su última edición, quitó la frase Recuperado de que se solía poner antes de la URL citada.

Debes estar muy atento con eso para que no se te escape ni el más mínimo detalle. Cuando se trata de una tesis, por ejemplo, hay asesores que son muy rigurosos revisando cada dato. Así que más vale hacer un buen trabajo con ello.

Consejos para redactar artículos académicos

Cuida el formato de las citas

La bibliografía o lista de referencias en un trabajo académico debe consistir precisamente en las fuentes citadas en el texto, sin incluir de más y sin omitir ninguna.

Cada cita debe proporcionar suficiente información para que el lector encuentre la fuente correcta en la bibliografía, siempre respetando el formato requerido.

Si utilizas citas numéricas con corchetes, ten en cuenta que siempre debe haber un espacio antes del primer corchete, como en «… conocido [1]».

Usa los paréntesis solo alrededor de la parte que sería aceptable omitir al leer en voz alta, como en «Carlin (1972) demostró que…» o «… como se ve en dicho estudio» (Carlin 1972) «; no «(Carlin 1972) mostró que…» ni «… como se ve en el estudio Carlin (1972).»

Por lo general, es mejor tener solo un único nivel de paréntesis, ya que los paréntesis múltiples comienzan a distraer del texto principal.

Por lo tanto, es preferible «se haya establecido (pero para un contraejemplo véase Johnson, 1905)» que «se haya establecido (pero para un contraejemplo, véase Johnson (1905))».

Usa los pronombres personales a conciencia

Los estándares de escritura no concuerdan sobre si usar «yo» y «nosotros» (y sus diversas formas) en el trabajo académico.

Algunos argumentan que esos pronombres distraen de lo que debería ser objetivo y científicamente válido sin recurrir a ningún hablante en particular, o incluso que simplemente no suenan «científicos».

Otros argumentan que omitirlos da como resultado frases incómodas y pasivas en lugar de oraciones directas, como «Hicimos X».

Personalmente, creo que la escritura académica debe usar pronombres personales siempre que lo que se informa sea una elección arbitraria y específica hecha por un ser humano, o por juicio personal.

Precisamente, porque estos pronombres enfatizan que un ser humano estuvo involucrado en el trabajo.

Al informar hechos u observaciones científicas universales, no usaría los pronombres personales, porque cualquier observador razonable habría informado resultados similares y, por lo tanto, no es necesario enfatizar el papel de los autores.

Por lo tanto, considero que el uso de la primera persona tiene su lugar en la escritura académica para enfatizar el elemento humano cuando corresponda. En otras circunstancias, desalentaría su uso.

¿Con todo el ánimo para redactar artículos académicos?

Muchos detalles a considerar, sin duda.

Cuéntame, ¿logré abordar los asuntos más complejos en la redacción académica? ¿Te quedaste con dudas? ¿Cuáles son las principales dificultades que atraviesas tú cuando te sumerges en esta tarea?

Y en caso de que requieras apoyo con la redacción clara y correcta de tu documento, envíame un mensaje. Ya sabes que estoy para ayudarte y quitarte un enorme peso de encima al corregir tus documentos por ti. 😉

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